Lo hago para niños que no se conocen entre sí y que normalmente es la primera vez que vienen a una clase de dibujo y pintura.
Empiezo narrándoles una leyenda sobre cómo se empezó a dibujar, la historia de una joven en la antigua Grecia, hija de un alfarero, que se despedía de su amado a punto de partir éste para la guerra.
Se encontraban en penumbra, en el interior de su casa, cuando, en un intento desesperado de reternerle, la muchacha cogió una tiza y dibujó la silueta de la sombra de él que se proyectaba en la pared.
Él murió en la guerra.
Después el padre reprodujo su relieve, de forma que ella pudo, de algún modo, recordar su presencia.
Después de esto, son ellos los que posan, son al mismo tiempo modelo y artista, les hablo de la sombra, del perfil, de la silueta, del acto de dibujar, del retrato, de conocer a alguien dibujándolo.
Al final lo completan despacio sobre la mesa, fijándose bien en los rasgos de su modelo y aprendiendo de paso nociones básicas sobre cómo hacer un rostro de perfil.
Nieves, 4 años (retrato de Román)
Pablo, 5 años (retrato de Nieves)
Álvaro, 7 años (retrato de Santi)
Román, 10 años (retrato de Álvaro)
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