Una vez más abordamos el carboncillo y la sanguina en nuestra eterna lucha por entender lo que es entonar un dibujo, es decir, darle a cada objeto su luz correspondiente, traducir en nuestro papel la imagen en color a un estado monocromo, en el que sólo distingamos la variedad tonal. Muchas veces hemos trabajado la escala de grises con el carbón o con la sanguina de forma independiente, pero esta vez hemos decidido mezclarlos, trabajar con tres colores diferentes: el negro para las sombras, la sanguina para los tonos medios y el blanco para las luces. Normalmente nuestro blanco es el del papel, pero esta vez hemos usado barra comté blanca, lo que nos ha dado más posibilidades, ya que tanto el carbón como la sanguina tienen matices diferentes sobre el blanco del papel que mezclados con la barra blanca.
Es sorprendente la variedad en los dibujos con apenas tres colores y las diferentes maneras de aplicarlos, frotados, difuminados, por medio de trama de línea... ¡Dignos de conservar!
Nieves, 5 años
Pablo, 6 años
Marina, 7 años
Marta, 7 años
Carlos, 7 años
Borja, 7 años
Rodrigo, 7 años
Elena, 7 años
Flavia, 8 años
Gonzalo, 9 años
Jaime, 9 años
Lisa, 10 años
Alejandra, 10 años
Hugo, 10 años
Diego, 10 años
Carlota, 11 años
Esther, 13 años
Marina, 13 años
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