Salvador Dalí es uno de los pintores más importantes de todos los tiempos. También unos de los personajes más extravagantes y que más interés causa fuera de nuestras fronteras.
El surrealismo significa literalmente, "más allá de lo real". Dalí creaba imágenes dobles, las buscaba, puesto que le gustaba imaginar formas en las manchas de humedad de las paredes. ¿Es real el caballo que vemos en una nube?
Sus cuadros aparentemente realistas esconden múltiples relaciones y asociaciones que hacen que una sola imagen nos conduzca a muchas interpretaciones. Su calidad de enigmáticos esconde sin embargo un proceso muy cerebral, muy estudiado e influido por la explicación freudiana de la formación de los sueños.
Comenzaba el arte a interesarse por los procesos perceptivos de las imágenes, por nuestra forma de construir la realidad en base a lo que entra por nuestros sentidos.
Para nuestra clase es de nuevo un entrenamiento de la mirada. Nuestro objetivo es convertir los objetos que encontramos en el taller en otras cosas que compartan con ellos su misma forma. Es así como los jarrones son señoras "en jarras", un mortero puede ser una tortuga, o una lámpara se convierte en una avestruz. De nuevo es una forma de que el cerebro reduzca los objetos a su forma esencial y de esta forma comiencen a comprender que, prestando atención, pueden dibujar cualquier cosa, que dibujar es un ejercicio de la mirada más que de la mano.
Marina, 8 años (Los edificios de su ciudad son botellas de clase)
Clara, 11 años (su cerdito es una calabaza, su tortuga, un mortero, y su edificio, una botella)
Manuel, 11 años (¿Un cuerpo, dos, un rostro...?)
Belén, 11 años (Su cara con bigote es una antigua balanza de metal)
Blanca, 17 años (son números romanos...)
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