miércoles, 18 de julio de 2012

Claroscuro I: carbón y sanguina

Siempre conviene volver al claroscuro, ejercicio a veces difícil, pero satisfactorio, y gran entrenamiento para la mirada.
Cuando abordamos una imagen cualquiera pictóricamente hay dos cosas esenciales a tener en cuenta: el claroscuro y el color. 
¿Qué es claroscuro? La secuencia tonal. Qué es lo más claro y lo más oscuro en mi imagen. cuántos grises intermedios tengo, etc. 

Cuando abordamos este trabajo siempre ponemos de ejemplo la fotografía en blanco y negro. Ellos lo entienden muy bien. Lo que aparece en las fotografías tiene color, sea lo que sea, y la máquina traduce el color en luz. Dos objetos, morado y verde, si pero, ¿cuál es más oscuro? ¿De dónde viene la luz? ¿el fondo es más claro o más oscuro? ¿Es igual por todas partes?

Estas son las preguntas a las que, bien formuladas, la mirada responde sin problemas. Es simplemente focalizar, por un momento, nuestra atención en ese aspecto.

Hemos trabajado el claroscuro con carbón y sanguina. 


Gabriela, 6 años


Bea, 8 años


Carlota, 9 años


 Santi, 9 años


 Blanca, 17 años


No hay comentarios:

Publicar un comentario