Edward Hopper

Hoy vamos a fijarnos en un pintor estadounidense contemporáneo a Picasso pero muy diferente, Edward Hopper.






Pintor realista, que sin embargo nos interesa por su capacidad para resolver los espacios con pocos planos sintéticos. Hopper es un pintor de lo esencial enfocado hacia la consecución de imágenes realistas en la forma, aunque muchas veces íntimas, a las que nadie tendría acceso. Sus modelos no posan, en muchas ocasiones esconden su cara. Sus cuadros son como fotografías indiscretas de personajes normalmente solitarios. Instantáneas de su tiempo.

De Hopper vamos a intentar rescatar esa estructura por planos que tienen todos sus fondos, en unos cuadros en los que no siempre hay un elemento central, ni siquiera unos personajes que aparecen esquinados, de espaldas o torcidos. Para nosotros es importante aprender que el fondo es una parte fundamental del cuadro, y que puede ser el que articule el discurso o la historia que mi cuadro encierre. Huyamos de los cuadros con un solo elemento central.

Por otro lado, a estas alturas de curso ya estábamos con la exposición final en mente, en la que el tema tenía que ver con las sillas (está explicado en otra entrada), así que decidimos intentar recrear uno de los cuadros de Hopper, es decir, normalmente habitaciones con ventana, con las luces y sombras muy marcadas en los que, en algún rincón, hubiera una silla. Una silla que fuera el equivalente a los personajes de Hopper, sola, anónima en un rincón, formando parte de un todo en que no tiene por qué ser el elemento fundamental.

El ejercicio era complicado y hubo quien trabajó con ceras y quien prefirió la témpera. De nuevo pediros disculpas porque me faltan bastantes fotos, pero bueno, ahí va una pequeña muestra.




Belén, 6 años

Marina, 9 años

Santi, 9 años

Clara, 11 años

Dani, 12 años