Una vez más, nos miramos a nosotros mismos para inspirarnos. La máscara, el cambio de identidad, el disfraz.
Y el broche, el auto-decorarse. Como trabajos de diseño siempre han entrado dentro de las múltiples tareas del artista...
De paso, podemos convertirnos, por un rato, en lo que más nos apetezca... ¿Y es que a quién no le gusta ser a ratos un vampiro? ¿Y una sirena?
Broches, Paola, 3 años
Máscaras
Alex, 5 años y Paola, 3 años
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