Dibujar es casi todo observar. Es una forma de conocer algo o a alguien. El dibujo de memoria nos sirve para darnos cuenta de hasta qué punto nos fijamos en aquello que nos rodea.
Algo sencillo. Nuestra casa, nuestra habitación, el salón, sitios que vemos a diario. Y de pronto nos damos cuenta de que no recordamos cómo es el grifo, qué forma tienen las sillas, lo que habita en las estanterías.
Un dibujo y un objetivo, observar al llegar a casa, y empezar a tener la mirada atenta del artista, la que analiza y encuadra las formas que pasan por delante de sus ojos.
Sofía, 9 años
Javier, 12 años
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