Este ejercicio lo hicimos ya hace unos años en la exposición de fin de curso y quedó tan bien que he decidido repetirlo. Creo que más o menos todos tenemos una idea de lo que es un Haiku, pequeños poemas japoneses que, en apenas tres versos, pretenden captar algo de la esencia de la naturaleza. Son como observaciones espontáneas, pinceladas de un lugar y un estado anímico, el del propio poeta.
Hemos intentado crear
nuestros propios Haikus, aunque algunos hemos aprovechado alguno de grandes
maestros. Las imágenes son muy poéticas, con imágenes dobles y metáforas
visuales. Un ejercicio que siempre despierta la imaginación, con resultados
plásticos sorprendentes e integración del texto en la imagen, ¡cosa nada fácil!
Disfrutadlos
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