
En sus cuadernos de África, Barceló nos muestra un ambiente rural, seco, terroso, con viento y un sol sin nubes que le interrumpan, todo ello en unos fondos que apenas son unas pocas manchas de pintura abstractas.
Intentamos hacer luz sin dibujar el sol, viento sin dibujar el aire, el desierto sin dibujar la tierra....Todo a base de acuarela, de goteos, de dejar que la pintura y el agua hagan su propio trabajo más allá de nuestro control. Un ejercicio de libertad y experimentación. Por supuesto, no a todos nos interesa África y sus escenas, pero sí la técnica de este artista, su manejo de la acuarela, y el difícil arte de la improvisación...
Estoy impresionada con los resultados, sinceramente, creo que encantarían al propio Barceló...
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