El verano pasado hice un largo viaje por Rusia, en el que aproveché, por supuesto, para ver museos y conocer nuevos artistas desconocidos en España. Uno de los que más me llamó la atención fue el escultor Sergéi Timofeyevich, con un trabajo fudamentalmente en madera y una temática bastante folclórica pero muy interesante técnicamente para trabajar.
Sobre todo me fijé en
sus esculturas de ancianos, de personajes que retratan el estereotipo de ruso
barbudo y muy abrigado que ese entremezcla con el ermitaño o personaje de la
estepa, casi un brujo que poblara los extensos bosques que abarcan la mayor
parte del vasto territorio ruso.
El artista trabaja
normalmente sobre troncos de madera, en un trabajo de talla en el que sólo se
puede "quitar" material, nunca añadir, por lo que los personajes se
adaptan a la forma del tronco, partiendo de un cilindro y por tanto sin
miembros exentos, que sobresalgan.
Vamos a intentar
trabajar de la misma forma, a partir de una gran pieza de barro, más o menos
cilíndrica, iremos quitando para dar forma a cara, brazos, sombreo, o cualquier
cosa que lleve nuestro particular personaje. Ancianos y ancianas, brujos y
brujas y alguna que otra hada, incluso personajes inspirados en la guerra de las galaxias (y es que estos chicos ya son del siglo XXI), a los que después añadiremos, como hace Timofeyevich, adornos en forma
de piedras, arroz, pasta, botones o diversos objetos que usaremos para
texturar nuestro barro.
Creo que el referente
es evidente. Estoy muy contenta con los resultados, y me encanta pensar que
Timofeyevich jamás se imaginaría que un grupo de niños españoles esté
conociendo su obra y trabajando a partir de ella...
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