Hoy
vamos a empezar a tantear el uso del acrílico. Para los estudios de
color y composición que hacemos no difiere mucho del uso de la
témpera que hacemos normalmente, pero el acrílico nos aporta algo
nuevo, la textura. Su consistencia plástica hace que podamos usar
pegotes y grandes cantidades de pintura para que nuestros distintos
movimientos del pincel, nuestras pinceladas y la cantidad de pintura
que usemos en cada mancha, tengan un resultado diferente. La textura
se convierte en tacto real, ¡nuestros cuadros tienen relieve!
Para
ello hemos partido de imágenes de corales, estos primitivos
habitantes de los mares y océanos que nos dan un abanico inmenso de
formas, colores y texturas distintos. De nuevo y como siempre hay una
parte muy importante de composición, otra tanta de color pero sobre
todo de consistencia de la pintura, haciendo desde veladuras, es
decir, capas aguadas y transparentes, a pegotes de pintura.
¡A
disfrutar!
Alba, 4 años
Amanda, 5 años
Violeta, 5 años
Elina, 7 años
Inés, 7 años
Pablo, 7 años
Rodri, 9 años
Iria, 9 años
Ana, 10 años
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