De
nuevo vamos a hacer barro pero esta vez recurriendo para inspirarnos
a un artista de vanguardia, uno de los escultores más famosos y
reconocidos del siglo XX, Alberto Giacometti. Suizo con nombre
italiano, Giacometti creció en una familia de artistas, y a lo largo de su vida trabajó con sus hermanos en repetidas ocasiones. Amigo
de los surrealistas parisienses, trabajó también el dibujo, con
un estilo muy reconocible, ya que se basaba, al igual que otros
vanguardistas, en el arte primitivo, en los cuerpos hieráticos, de
formas muy básicas y con un acabado poco pulido. Si los pintores de
su época dejaban bien visible al pincelada, la huella del pincel,
Giacometti marcaba el pegote de material, dejando ver así el
proceder del artista. También se asocian sus rostros mutilados,
deformados, y sus hombres extremadamente delgados, al periodo de
entreguerras y al trauma social tras la primera guerra mundial.
Nosotros
vamos a intentar, por primera vez en el barro, hacer una estructura
de cuerpo humano. Para ello, como auténticos escultores, vamos a
partir de una estructura interna a base de palillos de madera, a los
que luego iremos añadiendo el barro. Nuestro reto es el equilibrio,
al ser una figura tan fina, es complicado. Tenemos que, al igual que
Giacometti, poner unos pies enormes que sean capaces de sostener el
peso del cuerpo entero. Después iremos añadiendo pegotes de barro
hasta completar nuestro personaje, que puede caminar o no.
¡No
era un trabajo nada sencillo y estoy verdaderamente contenta con los
resultados!
Dani, 4 años
Violeta, 5 años
Alba, 7 años
Inés, 7 años
Pablo, 7 años
Rodrigo, 9 años
Ana, 10 años
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