Hoy vamos a hacer una viaje al pasado, hasta la Italia del siglo XV, para
conocer a uno de los artistas más influyentes de su época, cuya
fama llegó hasta España y en el que se inspiraron artistas de la
talla de Velázquez. ¿Sabéis ya de quién hablo? Sí, de
Caravaggio. Excelente dibujante, gracias a su técnica y al uso del óleo, alcanzó altísimas cotas de realismo en sus
representaciones de personas, al tiempo que, como buen barroco,
utilizó la luz y las perspectivas forzadas para dar un efectismo y
una teatralidad a sus imágenes que siguen haciendo escapar
exclamaciones al público que hoy en día las contempla. El barroco
es la época del dramatismo, de las posturas amaneradas y exageradas
y de una luz que parece imitar los focos de un teatro. A Caravaggio
se le considera el "inventor" de lo que se ha llamado
tenebrismo, una técnica en la que las figuras se ven rodeadas de
una oscuridad abstracta, de un negro sin fondo, al tiempo que hay un
punto de luz muy potente, que crea grandes contrastes y descubre a
unos personajes de rasgos definidos con muchísimo detalle.
¿Cuáles
son las pautas para hoy? Partiendo de objetos de clase (aunque
algunos han preferido hacer figuras u objetos inventados), vamos a
utilizar un fondo oscurísimo, y a "colocar" un punto de
luz, definir desde qué angulo afecta a nuestros objetos. A partir
de ahí crearemos un fuerte contraste, buscando diferentes colores
para una luz y una sombra muy diferenciadas.
Bienvenidos al tenebrismo...
Alba, 4 años
Amanda, 5 años
Violeta, 5 años
Elina, 7 años
Pablo, 7 años
Rodrigo, 9 años
Iria, 9 años
Ana, 10 años
Isabel, 11 años
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