Aunque el tiempo avance hay algunas cosas que siempre permanecerán, y ua de ellas es la importancia del estudio de la luz para los pintores.
Una vez más las cabecitas se enfrentan al trabajo de olvidar los colores y concentrarse en el tono. Intentamos que, al mismo tiempo, olviden las siluetas de los objetos, líneas en el fondo imaginarias que construye nuestra cabeza para ayudarnos a entender las formas... El objetivo es la luz y la sombra y por lo tanto el lenguaje es de mancha, de borrones informes que poco a poco cobran sentido.
Inés, 5 años
Rodrigo, 6 años
Roberto, 9 años
Santi, 9 años
Javier, 12 años
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