Este éxito de las pinturas de la madurez del artista no le acompañó durante toda su vida. Si bien no le faltó trabajo como decorador de interiores y muralista, su obra personal fue durante mucho tiempo criticada y tachada de escandalosa y casi pornográfica, por lo que se consideraba una sensualidad excesiva en la representación del cuerpo femenino.
Pero esto no es lo que nos interesa de Klimt, sino la originalidad que le llevó al éxito y que consiguió mezclando modernidad y antigüedad en imágenes de gran potencia y belleza.
Es característico de Klimt el uso del pan de oro en sus pinturas, que comenzó a usar después de haber recorrido Italia viendo los mosaicos bizantinos. Por otro lado, si tuviéramos que encuadrarlo en algún movimiento, sería en el simbolismo, que se valería de la figura femenina de forma alegórica, y en el modernismo, movimiento tremendamente influido por el descubrimiento del arte oriental. En esta época llegaban a Europa las estampas japonesas, y renovaban completamente la representación influyendo en muchos pintores de vanguardia. La estilización de las figuras, la ornamentación, el uso de elementos de la naturaleza de forma decorativa, todo esto son legados orientales. En Klimt encontramos este legado, mezclado con el academicismo de sus años de su juventud, con esos cuerpos y rostros claramente europeos y de corte realista.
Y eso vamos a intentar nosotros. Partimos de la representación de un cuerpo femenino, que intentaremos hacer realista y trabajarlo sombreándolo con lápiz, de una forma más "académica", para luego completar el fondo al estilo Klimt, mezclando superficies planas, con decoraciones geométricas o basadas en la naturaleza o incluso consiguiendo texturas mediante salpicaduras de pintura.
En esta ocasión sí que siento enormemente no tener más fotos, porque los resultados fueron sorprendentes...
Adrián
Nerea
Begoña
Manuel
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