miércoles, 17 de septiembre de 2014

Emile Nolde, cuando la cara es una máscara

Emile Hansen, (este era su verdadero nombre), fue uno de los más destacados pintores del expresionismo alemán, perteneciendo al grupo Die Brücke (el puente). Casi centenario, por sus ojos pasó la evolución desde la Alemania decimonónica hasta la potencia que participaría de forma crucial en las dos grandes guerras. El arte ha de tomar partido, se posiciona para ayudar a canalizar todo el horror vivido por las personas, cuya única opción para poder seguir viviendo es el silencio, la seriedad en el rostro, la "inexpresión". Frente a esto los pintores alemanes reaccionan con el expresionismo, lugar dónde el dibujo no importa, sino sólo la transmisión de emociones mediante pinceladas crudas y espontáneas, violentas. 
Nosotros vamos a coger de Emile Nolde su técnica, su "pintura directa" y vamos a atrevernos a abordar el papel directamente con el pincel, sin dibujo previo, sin composición meditada. Al mismo tiempo vamos a usar el color y la luz para expresar emociones, y no de forma realista. Grandes contrastes y colores saturados expresarán algo muy distinto que tonos suaves, y la pincelada será también una forma de expresión. 

Partimos directamente del natural, de los simples bodegones que nos rodean en clase, para comprobar cómo la forma de pintar puede afectar en la percepción del espacio. Colores más saturados, pintura directa, convierten nuestra tranquila aula de paredes blancas en rincones que cuentan cosas...

¡Aquí tenéis!


Inés


Lucas


Pablo


Diego


Alberto


Begoña


Belén




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