Ya en clase hemos trabajado sobre el románico, sobre un arte muy influenciado por la religión y en el que el realismo no interesaba. todo sucedía en un contexto simbólico. De ahí que las proporciones en el dibujo no tuviera la importancia capital que se les dio en el Renacimiento y que incluso haya quien piense que esto responde a ingenuidad o desconocimiento. Ni mucho menos...Las composiciones, los colores, las poses y expresividad de los personajes cumplen una función perfectamente estipulada.
En este contexto de vida rural y grandes creencias religiosas y supersticiosas, surgen los primeros libros, normalmente ilustrados y dedicados a la religión, con la excepción de los llamados "bestiarios", que aunque no escapan al contexto religioso, podríamos decir que son libros de "ciencias naturales". En ellos se exponen los animales que pueblan la tierra, con asombrosas descripciones sobre su fisionomía y su papel en el reino del Señor. Lo curioso es que en el libro conviven desde conejos, cabras y abejas a unicornios, grifos o centauros, tratados con la misma categoría. ¿Por qué pasa esto? Porque los europeos saben que existen animales muy diferentes más allá de sus fronteras, animales de los que sólo ha llegado testimonio oral, como hienas o leones, y que ellos intentan representar como buenamente pueden.
El lenguaje es el del románico. Fondos de colores planos, sin espacio ni profundidad, en el que la importancia de los personajes o elementos se mide por el tamaño. Líneas de contorno muy marcadas y marcos decorados alrededor. Hay animales reales y otros mitológicos, mezcla de varios animales o incluso con partes humanas, y nuestro objetivo era atrevernos a dibujar cualquier animal. Aunque no tuviéramos un modelo y no supiéramos cómo hacerlo, al igual que nuestros colegas medievales...
¡Qué lo disfrutéis!
Lucas
Nieves
Rodrigo
Alberto
Ana
Begoña
Lucía
Sandra
Sebastián
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