Una ilustración es un dibujo que acompaña a un texto. Cuando aún no existían las impresoras como ahora y para los libros sólo se usaba la imprenta, las imágenes de los cuentos se hacían mediante el grabado en relieve, normalmente xilografía (es decir, sobre plancha de madera). En el grabado el dibujo se hace sobre un plancha y luego se estampa las veces que se quiera, con lo que era el procedimiento más sencillo para poder reproducir una imagen de forma ilimitada.
Gustave Doré vivió en el siglo XIX y ha sido uno de los ilustradores más famosos de la historia. Ha hecho ilustraciones de la Biblia, de obras de Dante, del Quijote...ningún libro importante escapó a sus imágenes. Muy famosas son también sus ilustraciones de los cuentos de Charles Perrault, un nombre que aunque hoy ya no suena en las cabezas de los niños, es responsable de cuentos tan conocidos como Caperucita roja, Pulgarcito, el Gato con botas, La cenicienta...y un largo etc.
Hoy vamos a ilustrar un cuento de Perrault con la técnica de Gustave Doré. Doré trabaja en blanco y negro con trama de línea, una técnica que ya hemos practicado otras veces en clase, y para la que nosotros usamos lápiz o barras de grafito. Pero esta vez usamos esta forma de claroscuro ya no para copiar la realidad, sino para ilustrar un cuento, es decir, que podemos y debemos utilizar la luz para hacer resaltar aquello que nos interese. Para ellos volovemos a incidir sobre el CONTRASTE. El contraste es la diferencia entre blanco y negro. A más diferencia más contraste. Doré controla el contraste de forma magistral. En los fondos de sus imágenes nunca hay mucho, ya sean más o menos oscuros, y el personaje principal siempre resalta por contener blanco y negro puros. Se puede comprobar en estas dos imágenes de la Cenicienta, donde los fondos son menos contrastados, siendo en un caso muy claro, y en otro muy oscuro. a diferencia de eso, el primer plano central, tiene mucho contraste.
En algunas ocasiones las ilustraciones se publicaban con color, proceso que antiguamente se hacía a mano a base de aguadas. A esto se la llamaba "iluminar" una imagen. Como segunda parte del ejercicio vamos a iluminar solamente algunas partes de la nuestra, utilizando el color también como recurso que haga resaltar lo que consideremos más importante. Para ello tenemos que aprender a aplicar capas transparentes de pintura, utilizando mucha agua pero sin que se nos descontrole.
Ahí va una imagen de caperucita y la misma iluminada.
El cuento que ilustramos fue el de "Las hadas" en el que dos hermanas, una amable y generosa, y otra egoísta y caprichosa, acaban obteniendo sendos dones de un hada, la una expulsa flores y diamantes al hablar y la otra.... sapos y culebras!!!
Elina, 5 años
Inés, 5 años
Nieves, 5 años
Pablo, 7 años
Rodrigo, 7 años
Marina, 7 años
Marta, 7 años
Ignacio, 8 años
Jaime, 9 años
Lisa, 10 años
Alberto, 10 años
Alejandra, 10 años
Carlota, 11 años
Nerea, 12 años
Sandra, 12 años
Belén, 12 años
Javier, 13 años
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