Como todos los años Estudios Solana organiza una exposición en la que participan todos los alumnos del estudio, niños y adultos, con un mismo formato y un mismo tema. Este año se eligió como temática el Haiku.
El haiku es un poema tradicional japonés de entre tres y cinco versos y que tiene su origen en el asombro primitivo del hombre hacia los fenómenos de la naturaleza. El poeta observa y se sorprende o se maravilla de un hecho sencillo que transcribe en unas pocas líneas. De ahí que los haikus casi siempre incluyan entre sus versos lo que los japoneses llaman el "Kigo", una palabra o expresión que alude al momento del año en que se encuentran.
El objetivo era que cada pequeño artista fuera capaz de componer su Haiku. Para ello, empezamos estudiando los kigos y tratando nosotros de buscar elementos con los que poder simbolizar cada estación del año.
Algunos ejemplos tradicionales:
Kigos de primavera
La flor de cerezo
La rana
La mariposa
Las golondrinas
Las lluvias de mayo
entre lluvias de mayo
una noche, furtiva
la luna en los pinos
Oshima Ryota
una noche, furtiva
la luna en los pinos
Oshima Ryota
El girasol
El calor
El trueno
Las hormigas
El cuco
un cuco canta
otro le responde
entre las montañas
Kaya Shirao
otro le responde
entre las montañas
Kaya Shirao
Kigos de otoño
La luna llena
La caída de las hojas
Los espantapájaros
La libélula
El crisantemo
mi jardinero
convertido en sirviente
de crisantemos
Yosa Buson
convertido en sirviente
de crisantemos
Yosa Buson
Kigos de invierno
Las hojas caídas
El frío
La escarcha
La helada
Las nubes de nieve
Así empezamos nosotros a buscar nuestros símbolos. Para los más peques es difícil entender lo que es un símbolo, pero creo que es el primer paso para intentar poetizar. De ahí pasamos a la metáfora, y a entender que la palabras no siempre aluden a su significado literal, y que con objetos o fenómenos naturales al final podemos estar expresando emociones.
Tras un primer proceso de que cada uno intentara describir con objetos cada estación del año, elegimos los más originales y empezamos a mezclarlos unos con otros para de la simple descripción de la escena sacar el pequeño poema. es así como una lámpara simboliza el sol, los árboles nevados están abrigados, las plumas de un indio o las melodías de los pájaros se caen como las hojas en otoño, donde también los ojos de un niños lloran como las nubes...
Bueno, la verdad que estoy especialmente orgullosa de los resultados este año, porque no era un tema fácil y creo que han hecho un trabajo excelente.
Aquí va, y ya... ¡hasta el año que viene!!!
Inés, 5 años
Nieves, 5 años
Pablo, 5 años
Blanca, 7 años
Marina, 7 años
Marta, 7 años
Rodrigo, 7 años
Rodrigo, 7 años
Pablo, 8 años
Jaime, 9 años
Alberto, 10 años
Gonzalo, 10 años
Nerea, 12 años
Sandra, 12 años
Belén, 12 años
Esther, 13 años
Javier, 13 años
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