Emile Nolde fue un artista alemán que trabajó desde principios del siglo XX hasta el final de las dos guerras mundiales.
Mientras en París nacían el cubismo y el surrealismo en Alemania nacería el expresionismo, corriente muy influida también por el arte tribal (Emile Nolde viajó a Nueva Guinea en 1913) y con el objetivo de luchar contra el realismo de la pintura burguesa, imponiendo además del cambio estilístico, nuevos temas en la pintura. Los cuadros ya no quieren narrar historias, sino provocar sensaciones, de ahí que los rostros de deformen y cambien de color, volviéndose estos estridentes y llamativos, y la pincelada cobre la importancia del trazo que ya le dieran Munch o Vang Gogh, claras influencias en su pintura. Del mismo modo, los expresionistas van a tomar como modelo a sus vecinos, a las gentes de las calles y las escenas cotidianas de sus ciudades natales. A pesar de esto, Emile Nolde tiene una importante serie de escenas religiosas revisadas desde su peculiar estilo.
Nosotros vamos a intentar pintar como Emile Nolde en varios aspectos. en primer lugar saturando los colores, haciéndolos llamativos, y marcando la pincelada, utilizándola como recurso expresivo. Hubo quien prefirió aplicar esto a la representación de un bodegón, en el que no dibujaron y partieron de aplicar la pintura directamente, y con otros alumnos fuimos más allá e intentamos construir imágenes expresionistas. Para ello nos basamos en la utilización de rostros, escenas con varios individuos que se relacionan y cuentan cosas, para luego elegir los colores en función de la emoción que quisiéramos expresar.
Los resultados han sido muy variados, pero creo que recogen perfectamente la esencia de este movimiento.
Marina, 7 años
Marta, 7 años
Jaime, 9 años
Sandra, 12 años
Belén, 12 años
Javier, 13 años
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